La sonrisa es lo primero que percibimos de las personas, por ello desde tiempos remotos se ha tenido la preocupación por cuidarla y mejorarla. Así que no te sorprendas al saber que la ortodoncia existía mucho antes que tú, tus papás e incluso tus abuelos, pues la humanidad ha tenido especial interés en la estética dental mediante instrumentos que quizá hoy parezcan raros.
¿Te imaginas usar dientes de vaca para completar tu dentadura? o ¿qué tal amarrarte alambres de molar a molar? Bueno, que si usas brackets, sabes de lo que te hablamos. En fin, en esta ocasión, te invitamos a descubrir cómo era la ortodoncia desde sus inicios 😄
Dentistas desde la antigua Grecia
Empecemos por deshebrar la palabra ortodoncia, la cual deriva de las raíces griegas ortho que significa “recto o correcto” y odóntos que se traduce como “diente”. Así es: “dientes rectos”. Y si su origen es complicado, llevarlo a la práctica lo fue mucho más. Lo increíble es que a años de distancia muchas cosas sigan igual.
Entre los remedios usados en la antigüedad, se cuentan cuerdas chiquitas de fibra natural, anillos y tiras de oro, cuyo objetivo era enderezar y sujetar los dientes como evitar la pérdida de alguna pieza. En este último caso, también eran usados como reemplazo ejemplares de animales como la vaca, ¿te imaginas? Otra aplicación era corregir el apiñamiento de dientes y malposiciones.
Los brackets en evolución
Han pasado los años y el área de la salud bucal también se ha actualizado. De anillos de cobre para alinear los dientes se pasó al metal, ¡seguro los has visto o hasta los usas! Sin embargo, el tiempo de corrección sigue implicando años y años de tu vida. Al acudir al dentista e iniciar tu tratamiento de ortodoncia es como si firmaras un contrato en el que renuncias a tus comidas favoritas, la practicidad de la higiene dental y ¿por qué no? una imagen estética de tu sonrisa.
Si te sientes identificado, tal vez es momento de que cambies de opinión y cortar tu relación tóxica con el metal. “Entonces, ¿me quedo con los dientes chuecos?” No, mejor pruebas una de las opciones a la ortodoncia convencional, te despides de los brackets y cierras el ciclo de una vez por todas.
Los alineadores dentales invisibles son una opción increíble. Uno de los sistemas más modernos para corregir tus dientes y transitar a lo novedoso, ¿por qué no ser parte? Además, el tiempo para alinear tu sonrisa es mucho menor, pues basta con algunos meses. Conoce cómo pueden ayudarte y sobre todo, agenda tu cita con un verdadero experto. No te quedes en el pasado, ¡es momento de avanzar!
