Si piensas en ortodoncia, seguramente imaginas todas las opciones actuales, ¿verdad? Pero la historia de la ortodoncia se remonta a hace varios siglos. Conozcamos sobre ella.
En la época de los antiguos egipcios, al morir a los difuntos se les colocaban en los dientes alambres de oro para alinear la dentadura y que al llegar al más allá tuvieran una sonrisa perfecta; más o menos la misma idea de los brackets actuales. Los griegos también tenían prácticas para alinear los dientes, por ejemplo, empujar con el dedo los dientes permanentes mientras crecían para acomodarles de forma correcta.
En 1728, Pierre Fauchard inventó una especie de herradura de oro que empujaba los dientes desde atrás, atados con hilo de seda, de esta forma buscaba corregir la mala mordida. 200 años después, Edward Angle hizo varios estudios en torno a la mala oclusión y posición de los dientes, creando la técnica Edgewise que sería la precursora de los brackets modernos.
Y… ¡llegamos a los alineadores invisibles! En 1970, Earl Bergensen inventó unas férulas dentales removibles de plástico cuyo objetivo era corregir la mala oclusión. Esta nueva técnica continuó evolucionando, haciéndose cada vez más popular a partir del final de los 90s. Se descubrió que este sistema es más estético, cómodo y permite corregir diferentes grados de mala oclusión. Actualmente se combina con tecnología 3D que aporta mayor precisión para los mejores resultados.
¿Sabías todos estos datos? Ahora ya sabes que cuando usas tus fits estás utilizando lo último en ortodoncia.
